En este post queremos que nos acompañéis por una breve ruta de terrazas para que veáis de las fabulosas posibilidades que nos da esta arraigada costumbre conquense…
Siempre hemos pensado que el terraceo en Cuenca, esa noble e inveterada tradición, debería establecerse como un derecho fundamental de ocio. Así lo sentimos, pues la caña al sol, el tapeo primaveral o la degustación de un combinación con la puesta del sol sean el colofón o el inicio de una jornada muy especial.
De pie, sentados, solos o en compañía, con o sin sombrilla, en un parque o una tradicional terraza, en un sitio emblemático o al lado de un río, Cuenca tiene alternativas para todos los gustos…, ya…, lo que te tomes… ¡es asunto tuyo!, pero a buen seguro que te sorprenderán estos locales que os vamos a ir trayendo hasta nuestro blog
Varias zonas de la parte de nueva de la ciudad son animados puntos de encuentro para el final de la jornada de trabajo o para los fines de semana más ociosos. Terrazas amplias, compartidas en plazas con más bares y situadas normalmente en zonas con extensas plazas en las que los más pequeños pueden trastear tranquilos a poca distancia de sus padres. La terraza de la Botica de Felipe es una de ellas, cañas bien tiradas y buenas y generosas raciones que van saliendo hasta llegar a su terraza en la sombreada plazoleta detrás del hotel NH. Muy cerca de ella, la terraza de El Diamante, parada ineludible si lo que te apetece es una cerveza fresquita Alhambra y una ración de pescaíto frito. Si continuamos nuestra marcha hacia el centro, parada obligada en la terraza del restaurante Ulises, con la curiosa ubicación de estar en el propio andén de la estación de trenes de Cuenca.
En pleno centro de Cuenca, al lado de la iglesia de San Esteban, la siempre animada terraza del Monet: cervezas, buenos vinos y un delicioso Café Candelas. Continuamos nuestra particular ruta mientras nos dirigimos hacia el casco antiguo, pero antes dos leves descansos: en la terraza del mesón Puerta de Valencia, en una de las escalinatas más animadas de Cuenca; el otro, en la preciosa y espectacular terraza de La Grotte, volcada sobre un muro de piedra que da al río Huécar y con unas vistas en las que lo de menos será lo que te estés tomando y sí el buen trato de su personal y las horas que desaparecerán de tu reloj.
Llegamos hasta la avellana del casco antiguo y nos dejamos caer por la terraza de La edad de oro, y ahí nos volvemos a dar cuenta de los tesoros que tenemos en nuestra ciudad, la posibilidad de poder tomar una magnífica ginebra viendo casi a nuestra vera la catedral de Cuenca. Que queremos más sitios bonitos y en donde tomar una cerveza contemplando patrimonio a raudales, no hay ningún problema: la terraza del restaurante El Aljibe, ubicada en el perímetro de lo que fue la nave central de la iglesia de San Pantaleón, cubrirá nuestras ansias de más terraceo. Ahora nos toca bajar un poquito andando y disfrutar en nuestro final de recorrido en las mesas de la terraza de El Pícaro, cervezas de importación y jugosas hamburguesas para este local de trazas modernas en su decoración y excelente relación calidad-precio.
Un paseo por San Miguel o por la parte alta del Casco Antiguo de la capital son tambien una buena opción para descubir muchos de los tesoros que Cuenca ofrece en materia de terraceo, los cuales os invitamos a conocer
Caida la noche y ya inmersos en los meses de verano no podemos olvidarnos de la Terraza de Mon Beach, junto al centro comercial El Mirador donde jóvenes y no tan jóvenes se reunen los fines de semana para alargar sus escapadas buscando el fresco y el buen ambiente nocturno.
Cuenca y su terraceo, obviamente, no se quedan aquí, todo lo contrario, pero hemos querido dar unas pinceladas previas de lo que os podéis encontrar. Esperamos en futuros artículos iros presentándoos nuevos locales en donde el noble arte de la caña y el tapeo sentado al socaire, es también religión.
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