Alguien dijo que para que una ciudad te conquiste definitivamente tienes que tapear bien en ella y poderte tomar el mejor gin-tonic en alguno de sus bares.  Vamos a intentar hacer justicia a esta segunda afirmación en Cuenca, pues en su casco antiguo es donde se encuentra uno de los bares de copas donde mejor los preparan.

Entrar en La Edad de Oro y escuchar siempre buena música es el mejor preámbulo para sumergirte en un local de estética retro y en donde las innumerables ginebras que atestan su barra a buen seguro que lograrán que pierdas la cuenta de todas las variedades que existen. Algo tendrán aquí de «culpa» en que España sea, tras Filipinas, el segundo país del mundo donde más se consume ginebra. ¡Larga vida a la ginebra!

Los hermanos Sánchez, Cristian y Julio, gerentes de este emblemático local, y a los cuales conoceremos en otra ocasión, han sabido priorizar desde el principio la regla de que lo sencillo lleva a lo auténtico: buena música, profesionalidad en la atención y excelente preparación de sus innumerables combinados. Aquí el gin-tonic es el rey, pero este reinado del enebro, no ensombrece al resto de combinados que preparan, por eso siempre va a haber un cóctel o una bebida sin alcohol que nos entusiasme.

Afortunadamente no encontrarás postureo en la preparación de las bebidas ni media huerta en tu vaso como ya va siendo habitual en muchos locales, sino el conocimiento exacto y auténtico de la buena elaboración de una copa de gin-tonic o, lo que es lo mismo, saber que, jugando con la temperaturas y las proporciones se llega a lo perfecto. Y, si no sabes por cuál decidirte, pregunta a alguno de sus camareros, que sabrán ajustar tu paladar a alguna de sus excelentes bebidas.

Para animar muchas noches este local con alma también nos sorprenderá con actuaciones en vivo, catas o concursos para dinamizar aún más su ya conocida movida nocturna, y en su página de Facebook podréis estar al tanto de las actuaciones que mensualmente llevan a cabo. Este año cumplirán diez años desde su inauguración y a buen seguro que lograrán como mínimo otra década más asombrándonos con su buen hacer.